La FDA autorizó la primera de ARN mensajero para otra patología que no es Covid.
Previene el sincicial respiratorio, un virus que afecta especialmente a los bebés y adultos mayores.
La triple viral es la vacuna que protege contra el sarampión, la rubéola y las paperas y es una de las incluidas en el calendario nacional de vacunación. Pero quizás en unos pocos años, haya otra triple viral. La FDA, el organismo equivalente de nuestra ANMAT, acaba de dar un paso importante en ese camino: autorizó una nueva vacuna de ARN mensajero que se probó en Argentina.
Para entender de qué hablamos y por qué es importante, hay que poner un contexto y volver atrás en el tiempo, a la época de la pandemia, cuando se empezó a hablar de la “panvacuna” o triple vacuna. En los albores de la vacunación del Covid, la novedosa plataforma de ARN mensajero abría un mundo en la inmunología.
Entonces, ya se puso el foco en lo que pasaría en el futuro: esa tecnología permitiría desarrollar, en un solo pinchazo, la protección contra el nuevo Covid y contra la vieja conocida influenza, y también de un virus muy conocido pero subvalorado: el sincicial respiratorio (VSR).
Este 2024 parece ser el año del sincicial. De vuelta a poner contexto, en 2023 este virus respiratorio colapsó las guardias pediátricas por los casos de bronquiolitis, como suele suceder habitualmente pero en el último tiempo se agravó por la falta de pediatras.
Este año, por primera vez, se comenzó a aplicar una vacuna contra el VSR a las embarazadas que logra proteger a los lactantes. Recién cuando pase el invierno se podrá estimar el impacto de esa vacuna –que fue desarrollada por la farmacéutica estadounidense Pfizer–, pero las autoridades del Ministerio de Salud habían señalado hace unas semanas que la campaña de vacunación viene muy bien.
Esta vacuna está incluida en el calendario nacional de vacunación, por lo cual es obligatoria y gratuita. Pero el sincicial es un virus que se caracteriza por golpear más severamente en los dos extremos de la vida: niños pequeños y adultos mayores. La ANMAT autorizó este año esta vacuna de Pfizer y otra que desarrolló la compañía británica GSK para mayores de 60 años, pero en este caso en el ámbito privado. Ya están ambas disponibles en vacunatorios y utilizan una proteína de prefusión del virus.
La vacuna del VSR fue uno de los “santos griales” de la inmunología. Se la vino investigando durante décadas y recién ahora, con la proteína de prefusión, se logró conseguir una vacuna eficaz. Y, también, con el ARN mensajero.
La nueva vacuna que se probó acá
La máxima autoridad sanitaria estadounidense autorizó a principios de mes la primera vacuna de VSR con ARN mensajero, desarrollada por el laboratorio estadounidense Moderna. En Argentina se estima que la solicitud de aprobación se hará próximamente. Aquí, la vacuna de Covid de Moderna la comercializa el laboratorio Raffo, que podría ampliar su portfolio al resto de vacunas. Porque Moderna está estudiando también una vacuna de ARN mensajero para la influenza.
Gonzalo Pérez Marc es investigador principal de Equipo Ciencia, que realizó en Argentina los ensayos de la vacuna de Covid de Pfizer, de las dos vacunas estadounidenses contra el VSR y de la de gripe de Moderna. De esta nueva vacuna de VSR, lideró el reclutamiento global de voluntarios para el ensayo clínico de fase 3, con más de 1.600 participantes.
Esta primera aprobación de una vacuna de ARN mensajero para una patología que no sea Covid “representa un hito importante en la lucha contra el VSR y nos llena de orgullo haber contribuido a su desarrollo«, remarca el científico.
“Estamos logrando nuevas vacunas para virus viejos que no tenían vacunas”, remarca Pérez Marc.
El sincicial respiratorio, afirma, “es tan o más dañino que la gripe”, principalmente por “la repercusión sobre los pacientes que tienen patología cardiovascular. Desestabiliza la insuficiencia cardíaca”, explica sobre el impacto en los adultos mayores internados por VSR.
Sin embargo, concede, es un virus que de alguna manera está subestimado porque se lo testea poco. Cree que con las vacunas se va a empezar a tener mayor noción de su gravedad y se lo va a pesquisar más porque también ahora se lo puede prevenir. Y está convencido de que las nuevas vacunas del VSR van a cambiar el paradigma.
Es que en el corto plazo habrá una combinación de opciones para cubrir todo el espectro de prevención y atención. Por un lado, las autorizadas vacunas para adultos mayores y para las embarazadas para proteger a los más pequeños (que muchas veces son los que contagian a sus abuelos que los cuidan). Por el otro, los anticuerpos monoclonales ya existentes que se utilizan en bebés.
Además, se probará una vacuna pediátrica inhalada del laboratorio francés Sanofi, que no sólo tiene la ventaja de la aplicación sino que generaría anticuerpos en las vías aéreas superiores, con lo que se reduciría la transmisibilidad.
Pero hay más: un antiviral, también desarrollado por Pfizer, para pediatría y adultos mayores, para bajar la carga de la enfermedad, porque como aprendimos con el Covid las vacunas previenen significativamente la enfermedad pero no evitan el contagio.